Siete años de cárcel para dos docentes por humillar a alumnos con síndrome de Down

La Justicia comprobó un patrón de violencia psicológica sistemática contra siete niños. Las maestras fueron grabadas por una familia que detectó cambios en su hija.

La Justicia española impuso una condena ejemplar: siete años de prisión para dos profesoras de un centro educativo de la Fundación Gil Gayarre, en Pozuelo de Alarcón, por humillar y amenazar de manera reiterada a siete alumnos con síndrome de Down.

Los hechos, ocurridos en 2019 pero revelados recién ahora tras una extensa investigación, muestran un patrón de violencia psicológica que dejó secuelas graves en los menores, incluyendo crisis de ansiedad y retrocesos en su desarrollo cognitivo.

El caso llegó a los tribunales después de que una familia, al notar cambios drásticos en el comportamiento de su hija —como vómitos matinales y episodios de regresión— colocara una grabadora oculta dentro de un peluche que la niña llevaba a clases. Los audios revelaron frases aberrantes: “Me dan ganas de matarte”, “Qué asco me das”, “Sois unos mierdas” o “Alelaos”, entre otras humillaciones y burlas dirigidas a los estudiantes.

El fallo judicial declaró a ambas docentes culpables de siete delitos contra la integridad moral —uno por cada víctima—, destacando la “crueldad sistemática” y el abuso de autoridad en un entorno que debía garantizar protección y cuidado.

La Fundación Gil Gayarre, institución especializada en trastornos del desarrollo, se desvinculó inmediatamente de las implicadas y colaboró con la investigación. Este caso reabre el debate sobre los protocolos de control y supervisión en centros educativos para personas con discapacidad, mientras las familias afectadas buscan reparación emocional y legal.

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