Un nuevo capítulo de tensión política se abrió en San Juan tras la renuncia de Melisa Naveda Marún, asesora del despacho de la senadora nacional Celeste Giménez. La dimisión, presentada como irrevocable, expuso un trasfondo de supuesta persecución política por la pertenencia de Naveda Marún al Partido Bloquista.
La situación tomó estado público luego de que Sofía García Herrmann, secretaria personal de la senadora, le informara a Naveda Marún que su continuidad no sería requerida más allá de julio. Frente a esto, la licenciada en Ciencias de la Educación y profesora de Psicología decidió anticiparse y presentar su renuncia.
En la carta enviada a la legisladora, Naveda Marún argumenta que su salida responde a una cuestión de principios:
“Esta decisión responde, ante todo, a mi compromiso con la responsabilidad política, la integridad y el respeto por la función pública que siempre guían mi accionar.”
El punto más fuerte de su descargo apunta a la incompatibilidad ideológica dentro del equipo de trabajo de Giménez:
“Queda en evidencia que mi pertenencia al Partido Bloquista y la independencia de criterio que sostengo resultan incompatibles con la dinámica interna de su entorno de trabajo político.”
Naveda Marún aseguró que no está dispuesta a resignar sus convicciones ni permitir que estas sean utilizadas como excusa para desplazarla. En su despedida, agradeció la oportunidad brindada por Giménez, pero dejó claro que continuará activa dentro del bloquismo:
“Seguiré trabajando, desde el lugar que me corresponda, para que los valores del Bloquismo sean siempre una opción clara y honesta para nuestra provincia.”
El episodio refleja la tensión que puede generar la militancia partidaria dentro de equipos legislativos donde conviven distintas líneas políticas. La denuncia de Naveda Marún abre interrogantes sobre la autonomía de criterio que pueden mantener los asesores y hasta dónde llega la presión para alinearse políticamente.
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