Este miércoles se retomó en Tribunales la audiencia clave por la causa que investiga la muerte de Lucía Rubiño, la joven sanjuanina víctima de un siniestro vial. Sin embargo, minutos después de iniciada la instancia judicial, la parte querellante solicitó un nuevo cuarto intermedio, postergando una vez más la definición sobre el futuro procesal de Juan Pablo Echegaray, imputado por homicidio culposo.
El abogado de la familia Rubiño, Marcelo Fernández, mantiene firme su rechazo al pedido de sobreseimiento solicitado por el Ministerio Público Fiscal, que propone una salida alternativa para Echegaray, hijo de un juez, a través de una probation. La querella insiste en que el acusado tuvo una participación activa en el hecho y que debe enfrentar un juicio formal.
La última palabra la tendrá el juez Javier Figuerola, quien deberá evaluar los argumentos de ambas partes antes de emitir su decisión.
Mientras tanto, en el exterior del edificio judicial, familiares, amigos de Lucía y miembros de la Asociación Familias del Dolor y la Esperanza se manifestaron nuevamente con pancartas y carteles exigiendo justicia. Dentro de la sala, el clima también fue tenso. Belén Montilla, madre de la víctima, irrumpió la audiencia para rechazar cualquier intento de responsabilizar a su hija por lo ocurrido.
“Mi hija salió a despedirse de su novio porque su mamá la iba a buscar. Íbamos a desayunar juntas por el Día de la Madre. No voy a permitir que se la culpe. Estaba en la vereda, esperando. Pongan y digan lo que quieran, pero pido respeto”, expresó Montilla con firmeza, visiblemente conmovida.
El testimonio de la madre resonó con fuerza en una sala colmada de atención. La audiencia dejó en evidencia las diferencias entre el Ministerio Público y la querella, mientras la familia de Lucía denuncia una búsqueda de impunidad.
La causa sigue abierta, sin definiciones concretas, y la próxima audiencia será clave: allí se sabrá si el expediente continúa o si el joven acusado queda definitivamente fuera del proceso judicial
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