Este lunes se publicó oficialmente el veto del presidente Javier Milei a tres leyes aprobadas por el Senado el pasado 10 de julio: el aumento de jubilaciones y pensiones, la reapertura de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad.
A través del decreto 534/2025, firmado por el Presidente y todo su Gabinete, el Gobierno desestimó el paquete normativo argumentando que su implementación pondría en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas. “La política del superávit fiscal es permanente”, afirmó Milei al anticipar su decisión semanas atrás.
Con esta medida, queda suspendido el aumento del 7,2% en los haberes jubilatorios, el incremento del bono de $70.000 a $110.000 —que además se iba a actualizar por inflación— y la extensión por dos años de la moratoria previsional para personas sin los 30 años de aportes requeridos.
El veto también alcanzó el proyecto impulsado por el diputado Daniel Arroyo que declaraba la emergencia en discapacidad hasta fines de 2027 y elevaba las pensiones no contributivas por invalidez al 70% del haber mínimo. También se preveía la compatibilidad con empleos formales de hasta dos salarios mínimos.
Además de los argumentos fiscales, el decreto plantea objeciones formales sobre cómo se aprobó el paquete de leyes. Según el texto oficial, la sesión del 10 de julio no respetó el reglamento del Senado, al no citarse correctamente a sus miembros y por habilitar el tratamiento de los proyectos sin dictámenes válidos.
La Secretaría Parlamentaria del Senado, a través de la Resolución N°1/25, ya había señalado “graves vicios reglamentarios” en los expedientes involucrados. Por lo tanto, el Ejecutivo considera que las leyes carecen de validez jurídica.
Ahora, el Congreso deberá tratar el veto presidencial. Para sostenerlo, el oficialismo necesita al menos 86 votos en Diputados. En su momento, el aumento jubilatorio fue aprobado con 142 votos a favor, 67 en contra y 19 abstenciones.
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