Este 20 de junio, el presidente Javier Milei encabezó el acto oficial por el Día de la Bandera en el Campo Argentino de Polo, en la Ciudad de Buenos Aires, y no en Rosario, donde tradicionalmente se realiza el homenaje a Manuel Belgrano. La decisión sumó un nuevo capítulo a la tensión interna con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien decidió asistir por su cuenta al acto en el Monumento a la Bandera.
La vicepresidenta no fue invitada al evento organizado por Presidencia y optó por viajar a Rosario, donde mantuvo contacto con ciudadanos y participó de la ceremonia oficial. En tanto, Milei eligió centrar su discurso en una reivindicación de las Fuerzas Armadas y un fuerte mensaje político e institucional.
“Durante años la política utilizó a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa, bajo el argumento de que los uniformados eran los malos y los grandes culpables de la decadencia nacional”, disparó Milei ante los presentes.
En su mensaje, el jefe de Estado aseguró que “la reconstrucción del país no solo tiene como pilar a nuestras fuerzas, sino también a las familias argentinas de las que se nutren y a las cuales juran proteger”.
Luego agradeció a los efectivos y cuestionó la idea de soberanía sostenida por anteriores gobiernos: “Se llenaron la boca hablando de soberanía, como si la soberanía fuera agrandar el Estado como fin en sí mismo en lugar de asegurar la prosperidad de su pueblo”.
En otro tramo de su intervención, Milei afirmó: “El día de mañana nosotros no estaremos, pero la relación entre los argentinos y sus protectores deberá mantenerse inmaculada”.
Presidentes y el acto de Rosario
Si bien Javier Milei asistió a Rosario en su primer año de mandato, esta vez eligió no hacerlo, en línea con decisiones similares de otros presidentes. Raúl Alfonsín participó solo una vez; Carlos Menem fue el más presente, con cinco asistencias; mientras que Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Alberto Fernández se ausentaron en todas las ocasiones. Mauricio Macri no asistió en su último año de gestión, cuando organizó un acto propio en un club barrial.
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