El líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) Facundo Jones Huala podría recuperar la libertad el 26 de junio, tras cumplir la condena que le impuso la justicia Chilena por los delitos de incendio de un fundo y tenencia ilegal de arma de fuego, ocurridos en 2013.
Su inminente libertad genera preocupación en el sur de la Argentina, teniendo en cuenta las últimas declaraciones mediáticas del “lonko”, en las que aseguró que continuará su plan de lucha a través de métodos violentos. “El objetivo es el sabotaje para la expulsión del latifundio” dijo en 2022, cuando obtuvo el beneficio de libertad condicional que fue revocado pocos días después por la Corte Suprema chilena.
Sin embargo, la libertad que lograría el próximo mes aún está por definirse. Es que en su legajo aún no figuran los 11 meses y cinco días que estuvo detenido en la cárcel federal de Esquel, desde que fue recapturado en El Bolsón hasta el 4 de enero de este año, cuando fue extraditado. Los abogados patrocinantes creen que se trata de una “diferencia administrativa” que debería dirimirse en el transcurso de los próximos días.
En enero de 2022, el líder y único integrante expreso de la RAM obtuvo la libertad condicional, momento que aprovechó para reafirmar su ideología combativa. Sin embargo, el 15 de febrero la Corte anuló el beneficio y ordenó nuevamente su detención. El paradero de Jones Huala ya era incierto. Se mantuvo en la clandestinidad durante casi un año, hasta que fue recapturado en un barrio de la rionegrina localidad de El Bolsón.
Desde ese momento, a principios de 2023, estuvo detenido en la U14 de Esquel y las autoridades argentinas iniciaron el proceso para extraditarlo. Estuvo detenido 11 meses y cinco días en ese establecimiento penitenciario, hasta el 4 de enero de 2024 cuando fue enviado nuevamente al país que lo condenó.
La Justicia chilena se interesó por la extradición, debido a que aún debía purgar un año, cuatro meses y 17 días de prisión, para terminar de cumplir la condena a seis años que le habían impuesto por los delitos mencionados. El cálculo matemático indicaba que debía quedar en libertad el 26 de junio de 2024, aunque en los registros trasandinos aún no se contemplaron los 11 meses que estuvo preso en Argentina.
Incluso el juez Gustavo Villanueva, quien presidió el juicio de extradición, solicitó que se tome en cuenta el tiempo de privación de libertad que cumplió en Argentina como parte del proceso.
Gustavo Franquet, uno de los abogados defensores del dirigente mapuche, aseguró que “está todo documentado, y al cumplimiento de la condena se le deben computar los meses que estuvo preso en Argentina”.
Los abogados quisieron evitar que sea extraditado y solicitaron que cumpla la totalidad de la pena en Argentina, teniendo en cuenta los pocos meses que quedaban para finalizarla. Durante todo el proceso llegaron hasta la Corte Suprema, que finalmente confirmó su extradición.
Desde que volvió a ocupar la celda carcelaria en Chile, Jones Huala no volvió a realizar declaraciones mediáticas ni a enviar comunidades a través de las redes sociales, modalidad que solía frecuentar para reafirmar su postura “anticapitalista”.
En Bariloche y los alrededores, que el líder de la RAM quede en libertad, no es algo menor. Las constantes amenazas de la agrupación, que se proclama brazo político militar del Movimiento Mapuche Autónomo y de la violenta Coordinadora Arauco Malleco (CAM), en Chile – considerado un grupo terrorista- generan preocupación.
Saben que sus métodos son violentos e incluso la RAM se adjudicó numerosos atentados incendiarios y vandalizaciones en el sur del país, tanto en Río Negro como en Chubut. Su objetivo es recuperar tierras “que pertenecen a los pueblos originarios” y para hacerlo defiende “los sabotajes y métodos violentos”.
Una vez que recupere la libertad, Jones Huala regresará a la Argentina. Su mamá Isabel Huala reside en Bariloche aunque su pertenencia a la Pu Lof en Resistencia de Cushamen, de Chubut, permite especular con la posibilidad de que se radique en Chubut y no en Río Negro.
Otro factor que es útil para especular con el lugar que elegirá para residir es la resistencia que tuvo mientras permaneció en la clandestinidad de parte de varias agrupaciones y comunidades mapuches, que intentaron despegarse de los métodos violentos defendidos por Jones Huala.
El dirigente, desde la cárcel, repudió las críticas y catalogó de “tibios” a otros referentes mapuches, por lo que el vínculo de la RAM con otras comunidades de pueblos originarios está resquebrajada.
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