En una operación de gran alcance, el Ejército israelí destruyó el centro de mando del grupo terrorista Hezbollah en el sur del Líbano, en lo que representa el ataque más contundente desde que comenzó la invasión terrestre el 1 de octubre. Tropas de la 98 División llevaron a cabo el allanamiento del cuartel general de la milicia chií y de un puesto de observación, desde donde Hezbollah monitoreaba ciudades israelíes cercanas a la frontera.
Durante la operación, las fuerzas israelíes encontraron explosivos, armas y material de inteligencia en el centro de mando, según un comunicado oficial del Ejército.
El ataque se produce tras una escalada en la violencia en la región. El sábado, Israel detectó el lanzamiento de unos 180 proyectiles desde el Líbano, que causaron la muerte de un hombre de 50 años en la ciudad israelí de Acre y dejaron casi una decena de heridos en las áreas de Haifa y Galilea Occidental. Hezbollah ha reivindicado algunos de estos ataques, afirmando que sus acciones son «en apoyo al pueblo palestino en Gaza y en defensa del Líbano y su gente».
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