La tarde del sábado 12 de julio terminó de manera inesperada para Matías Guerra, director técnico de Picón, equipo que disputaba un partido frente a Recabarren. Según relató Guerra, tras discutir con el árbitro por una jugada, la intervención de la Policía derivó en un violento incidente que terminó con su detención.
El DT afirmó que su intención era hablar con el árbitro Nelson Pérez, pero asegura que los efectivos policiales lo empujaron, lo tiraron al piso y en el forcejeo cayó junto a un oficial hacia una acequia. Fue entonces cuando, según su versión, otros policías lo redujeron, le colocaron esposas y lo trasladaron a la Comisaría de Zonda, donde permaneció demorado durante unas cinco horas.
“Me trataron como un delincuente y en la patrulla uno de los policías me dio un golpe de puño en las costillas”, denunció Guerra. Además, reveló que el árbitro se ofreció como testigo de lo ocurrido. Como consecuencia del hecho, los jugadores de Picón decidieron no salir a jugar el segundo tiempo, abandonando el partido que iban perdiendo 1-0 en señal de protesta.
Guerra adelantó que analiza junto a un abogado realizar una denuncia penal contra el efectivo que lo habría agredido. Por el momento, el entrenador enfrenta una contravención, pero aseguró que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para que se esclarezca el episodio.
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