El gobierno de Chaco, encabezado por el gobernador Leandro Zdero, quedó en el centro de las críticas tras adjudicar una compra por $3.570 millones a la empresa Cheek S.A. en el marco del programa social Ñachec. La operación incluyó la entrega de 128 toneladas de leche en polvo de las marcas Bongú y Purilac, que según estudios técnicos y especialistas no cumplen con los estándares nutricionales y organolépticos exigidos por el Código Alimentario Argentino.
La compra, la más costosa dentro de los módulos Ñachec, reaviva viejas sospechas sobre la firma Cheek S.A., involucrada en el recordado caso de la “Leche Robada” en 2018, cuando se denunciaron irregularidades en la desaparición de 200 toneladas del producto adquiridas por el Estado chaqueño.
La licitación fue realizada por Fiduciaria del Norte, el organismo encargado de centralizar todos los concursos públicos del Ejecutivo provincial. Expertos en compras públicas señalan que este mecanismo termina favoreciendo a grandes supermercados mayoristas, lo que eleva los precios, reduce la competencia y limita los controles directos de los órganos estatales.
La falta de transparencia y la entrega de productos cuestionados por su calidad alimentaria generan un fuerte malestar social y dudas sobre el manejo de fondos destinados a los sectores más vulnerables. Para especialistas en derecho administrativo, aunque Zdero pueda alegar que la Fiduciaria es la responsable operativa, su decisión de centralizar las adjudicaciones y mantener un esquema de escaso control lo posiciona directamente en el ojo del escándalo.
Comentarios