A medida que el calendario avanza sin piedad hacia el 17 de agosto, fecha límite para la presentación de listas legislativas, la política sanjuanina entra en su fase favorita: el campeonato de especulaciones, donde se corre más con el «dicen que» que con las certezas. En cada oficina partidaria hay más café frío que definiciones, y en los pasillos no se camina, se murmura.
Dentro del oficialismo, que hoy lidera cómodo las encuestas como si estuviera en modo crucero, se habla de un nombre que suena cada vez más fuerte para encabezar la boleta: el Vicegobernador. Sí, ese que hasta hace unos meses muchos subestimaban, hoy asoma como carta ganadora.
Pero si algo ha aprendido el peronismo (a la fuerza) es que el poder ya no lo tienen, y esta vez los números les juegan en contra. Las proyecciones más crudas les dan un solo ingreso a la Cámara –y eso, con viento a favor–, mientras que Producción y Trabajo podría meter dos bancas y La Libertad Avanza una, dejando a los herederos de la marchita más afuera que nunca.
Ahora bien, entre tanto revuelo, un apellido empieza a ganar protagonismo con paso firme pero sin hacer ruido innecesario: María Rita Lascano. O «Maru», como le dicen los que la ven todos los días en la Legislatura. Lejos de las estridencias mediáticas, ha venido cumpliendo con sobriedad y eficacia su rol como diputada proporcional. No es de las que buscan titulares, pero tampoco los necesita: su trabajo ha empezado a hablar por ella.
Mientras algunos apuestan a figuras como Laura Palma, la ministra de Gobierno que también tiene sus fichas sobre el tablero, otros dentro del orreguismo saben que hay figuras con un capital político más silencioso, pero igual de contundente. Lascano es de esas. De las que suman sin pedir, que están donde hay que estar y, sobre todo, que entienden que el protagonismo no se mendiga, se construye.
Con las listas en plena ebullición, queda claro que Maru no está de adorno, ni como “relleno proporcional”. Su nombre ya no es una opción de consenso, sino una posibilidad real con peso propio. Y en política, cuando se empieza a hablar de alguien sin que esa persona lo pida, es porque algo está funcionando.
Quedan pocos días para que el humo se disipe y las listas se definan. Pero si hay algo que ya no se puede ocultar, es que María Rita Lascano dejó de ser una sorpresa y empezó a ser una jugada estratégica.
Comentarios