El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires renovará sus autoridades hacia fin de año, según delineó su presidente, el diputado nacional Máximo Kirchner, cuyo mandato concluye en diciembre de 2025. No se descarta la posibilidad de internas partidarias.
Desde el entorno del jefe de La Cámpora adelantaron que la convocatoria será “en los próximos días” y que la instancia servirá para dirimir las diferencias internas que se intensificaron durante el cierre de listas para la elección provincial del 7 de septiembre.
Kirchner asumió la conducción del PJ bonaerense el 18 de diciembre de 2021 en un acto con la presencia del entonces presidente, Alberto Fernández, realizado en la Quinta de San Vicente. Esa elección se desarrolló de forma virtual, con particularidades que generaron tensiones internas y distanciamientos políticos, como el del intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
De producirse una interna, esta se desarrollaría con los resultados de las elecciones provinciales y legislativas consolidados. Analistas del peronismo bonaerense destacan que, ante la ausencia de elecciones primarias como mecanismo ordenador, una interna partidaria podría cumplir ese rol.
Actualmente, el PJ bonaerense refleja la diversidad interna del peronismo, con representación casi equitativa de cristinistas y axelistas. La vicepresidencia del partido está a cargo de la vicegobernadora Verónica Magario, mientras que otros referentes que podrían oponerse a la conducción de Kirchner incluyen al ministro Walter Correa, los ministros Gabriel Katopodis y Andrés Larroque, la diputada Victoria Tolosa Paz y el intendente Jorge Ferraresi.
Desde el kirchnerismo reconocen que podrían “perder” el control del PJ, pero aseguran estar preparados para la disputa: “No le tememos a una interna. Fuimos a una PASO en Lanús, Quilmes y Hurlingham, y las ganamos”, señalaron fuentes de La Cámpora.
El objetivo es llegar ordenados a noviembre-diciembre, aunque las negociaciones recientes en las listas legislativas muestran que la armonía interna no está garantizada. La renovación de autoridades se vislumbra como un mecanismo para saldar tensiones y definir cómo se parará el peronismo bonaerense tras las elecciones de este año.
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