El inicio del proceso judicial contra Omar “El Guascazo” Pérez, acusado del femicidio de Yanina Pérez, estuvo marcado por momentos de tensión que evidenciaron la gravedad del caso.
Previo a la audiencia, el abogado defensor adelantó que su cliente estaba dispuesto a firmar un convenio de juicio abreviado, aunque el imputado se mostró reticente a ingresar a la sala. Frente a esa postura, la jueza Flavia Allende, presidenta del tribunal, fue contundente: “El acusado no va a dar órdenes de cómo vivir este juicio”.
Finalmente, Pérez fue trasladado al recinto bajo estricta custodia. Una vez en el banquillo, reaccionó con actitudes desafiantes que obligaron a la intervención policial. Luego de un forcejeo, aceptó permanecer en la sala y expresó con tono altanero: “Yo quiero firmar e irme”, en referencia al acuerdo abreviado.
La situación volvió a complicarse cuando la fiscalía comenzó a exponer las pruebas en su contra. Pérez lanzó insultos hacia los representantes del Ministerio Público, lo que derivó en su expulsión de la sala y en la decisión del tribunal de continuar la audiencia en otro recinto.
El acusado enfrenta cargos por homicidio agravado por el vínculo, en un contexto de violencia de género y con alevosía. De ser hallado culpable, podría recibir una condena a prisión perpetua.
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