En las últimas horas se conoció que el Gobierno nacional decidió suspender el desfile militar del 9 de Julio, una ceremonia que en los últimos años había recuperado fuerza y convocaba a miles de efectivos y veteranos de Malvinas.
La medida responde a cuestiones presupuestarias. Según datos oficiales, el desfile de 2024 —realizado en la avenida del Libertador, en Palermo— movilizó más de 8.000 personas entre efectivos de las tres Fuerzas Armadas y veteranos. Su organización costó más de $720 millones, y se estimaba que este año el gasto se elevaría a alrededor de $1.000 millones.
La suspensión forma parte de la política de ajuste del gasto público impulsada por la gestión actual. Sin embargo, la medida no tardó en generar repercusiones en ámbitos militares y sectores de la sociedad que consideran estos actos como una forma de homenaje a la historia nacional y a quienes la defendieron.
El desfile militar del 9 de Julio fue una constante hasta principios de los 2000. Con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se discontinuó, para volver con Mauricio Macri y retomar su presencia en los últimos años, especialmente destacando la participación de excombatientes de Malvinas.
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