Luego de algunos días de incertidumbre tras el fallo de prisión domiciliaria que no especificaba claramente si podía tener contacto con el público, Cristina Fernández de Kirchner volvió a mostrarse desde su balcón, en medio de una marea de militantes que la esperaban en Constitución.
Fue el Tribunal Oral Federal 2 quien habilitó expresamente que la expresidenta pueda salir a saludar desde el balcón de su departamento. Este jueves por la tarde, Cristina se asomó por la esquina de San José y Humberto Primo, sonrió, saludó, agitó sus brazos y acompañó los cánticos de sus seguidores, entre ellos el clásico “vamos a volver”.
Pero no fue el único gesto político del día: también comenzó oficialmente a usar la tobillera electrónica, impuesta como parte de las condiciones de su prisión domiciliaria. En apoyo, decenas de mujeres se acercaron al domicilio luciendo tobilleras artesanales, hechas con flores de colores, como una forma de respaldo simbólico.
“Cristina es inocente y la tobillera nos la ponemos todas”, dijeron algunas militantes. Y reafirmaron el mensaje que la expresidenta había dejado días antes: “es un certificado de dignidad”.
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