A cinco años de la muerte de Julieta Viñales, este viernes finalizó el juicio contra el médico otorrinolaringólogo Maximiliano Babsía, acusado de mala praxis tras la operación de amígdalas realizada a la joven de 18 años en febrero de 2020. El procedimiento derivó en complicaciones que semanas después provocaron su fallecimiento.
El juez Ricardo Moine lo condenó a dos años de prisión condicional y seis de inhabilitación para ejercer la medicina. La familia de la adolescente expresó su descontento con la sentencia, ya que solicitaban la pena máxima de cinco años de prisión efectiva y diez de inhabilitación.
Previo a la audiencia, familiares y amigos de Julieta realizaron una vigilia frente a Tribunales. Su madre reclamó: “Él no hizo nada para salvar la vida de mi hija. Esta persona no puede seguir ejerciendo, no puede seguir poniendo en riesgo la vida de los pacientes”.
El debate oral comenzó el 9 de septiembre y contó con declaraciones de médicos, familiares y del propio imputado. La fiscal Yanina Galante había pedido tres años de prisión condicional y diez de inhabilitación, mientras que la querella, representada por la abogada Cristina Naveda, solicitó cinco años de prisión efectiva e igual período de inhabilitación.
La defensa, a cargo de los abogados Fernando Castro y Federico Petrignani, pidió la absolución argumentando que Babsía actuó conforme al procedimiento quirúrgico y que las complicaciones no fueron consecuencia directa de su intervención.
En el proceso también declaró Paulina Yunes, una ex paciente que relató complicaciones tras ser operada por Babsía en 2018: “A los 10 días me dio una hemorragia y me atendieron en el hospital de Albardón. Él nunca se hizo responsable”.
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