En un juicio abreviado, Amelia Irene Bravo fue condenada a 3 años de prisión condicional por haberse aprovechado de su rol de apoderada de dos adultos mayores con discapacidad, residentes en el Hogar para Adultos Mayores de Rivadavia, y estafarlos por 11 millones de pesos.
Bravo admitió en el proceso haber realizado operaciones a su favor con las tarjetas de crédito y débito de las víctimas, causando un perjuicio económico significativo. El acuerdo entre el abogado defensor, Ismael Hidalgo, y el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas, Eduardo Gallastegui, incluyó además la obligación de reparar el daño económico, que se devolverá en cuotas según indicó la jueza Celia Maldonado.
La denuncia fue presentada por la directora del hogar, quien detalló que Bravo administraba el dinero de las víctimas, dejando apenas $5.000 mensuales para sus gastos, mientras realizaba consumos personales, transferencias y hasta solicitaba un préstamo de $4 millones. Entre las víctimas se encuentran un hombre mayor con amputaciones en ambas piernas y su esposa con demencia senil.
Durante su detención, el pasado 26 de junio en Caucete, se le encontró también un arma de fuego de fabricación casera, por lo que queda señalada además por tenencia ilegítima de arma. La investigación continúa, y no se descarta que puedan aparecer más movimientos fraudulentos.
Comentarios