La guerra en Gaza volvió a golpear con fuerza tras un ataque aéreo israelí contra el Hospital Nasser de Khan Younis, el mayor centro médico del sur del enclave.
El bombardeo, realizado con dos misiles lanzados en minutos consecutivos, impactó directamente en el cuarto piso del hospital y dejó un saldo de 19 muertos, entre ellos cuatro periodistas que cubrían el conflicto en el lugar. El segundo misil estalló cuando equipos de rescate y colegas de las víctimas ya se encontraban en el sitio, lo que agravó aún más la tragedia.
Un centro médico al límite
El Hospital Nasser, ya severamente afectado por meses de bombardeos, atraviesa una situación crítica. Según su director, Atef al-Hout, atiende a más de 1.000 pacientes en instalaciones diseñadas para solo 340 camas. Muchos enfermos son tratados en pasillos, patios o en hospitales de campaña improvisados, mientras escasean medicamentos, insumos y personal sanitario.
El edificio presenta además graves daños estructurales tanto en su interior como en su exterior.
Las víctimas: periodistas en primera línea
La muerte de cuatro periodistas generó indignación internacional. Estaban en el lugar para documentar el sufrimiento de la población civil y el colapso del sistema de salud.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y la Federación Internacional de Periodistas condenaron el ataque. “No son blancos militares. Son voces que informan al mundo. Atacarlos es un crimen contra la humanidad”, señalaron en un comunicado conjunto.
La respuesta de Israel
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron el ataque y anunciaron una investigación. En un comunicado oficial expresaron: “Las FDI lamentan cualquier daño a personas no involucradas y de ninguna manera dirigen ataques contra periodistas como tales, actuando en la medida de lo posible para reducir el daño a ellos, al tiempo que se mantiene la seguridad de nuestras fuerzas”.
Sin embargo, no se especificó el objetivo militar que motivó el bombardeo, lo que generó dudas sobre el cumplimiento del derecho internacional humanitario, que protege expresamente a los hospitales en zonas de conflicto.
Condena internacional
El ataque fue repudiado por la ONU, la Unión Europea y múltiples gobiernos, que exigen una investigación independiente. Días atrás, el Papa León XIV ya había pedido el cese inmediato de la “barbarie” en Gaza tras el ataque a la única iglesia católica del enclave.
Mientras tanto, el silencio en los pasillos del Hospital Nasser se mezcla con el llanto de los sobrevivientes. Cada nombre en la lista de víctimas es un recordatorio de que, en medio de la guerra, la salud, la verdad y la vida siguen siendo objetivos.
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