El empresario Lázaro Báez volvió a ingresar este domingo al Complejo Penitenciario de Ezeiza, luego de ser trasladado desde la Unidad N° 15 de Río Gallegos. La decisión fue tomada por el juez federal Claudio Vázquez, quien rechazó el pedido de prisión domiciliaria presentado por su defensa.
El magistrado dispuso su reubicación en un establecimiento con mejores condiciones de detención, teniendo en cuenta el delicado estado de salud del empresario. Según fuentes judiciales, el operativo comenzó el sábado: Báez fue trasladado por tierra hasta Trelew y desde allí en avión hasta Buenos Aires.
Una vez en Ezeiza, fue derivado al Hospital Central Penitenciario para someterse a diversos estudios médicos. Hasta el momento, aún no se le había asignado un pabellón. En ese sector del penal se encuentran pocos internos, entre ellos Fernando Sabag Montiel, autor del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner.
La defensa de Báez había presentado un habeas corpus argumentando que las condiciones de detención en Río Gallegos eran inhumanas, describiendo su alojamiento como un “buzón” o “leonera”, con un solo baño compartido por veinte personas.
A sus 69 años, Báez padece EPOC, hipertensión, diabetes y afecciones cardíacas. Por orden del juez Néstor Costabel, se le realizarán nuevos estudios cardiológicos, cuyos resultados serán determinantes para evaluar la posibilidad de un régimen domiciliario.
Sin embargo, el juez Vázquez concluyó que no existía un “agravamiento ilegítimo” en sus condiciones de detención y rechazó el pedido. Durante el traslado, la defensa denunció haber perdido contacto con su cliente, lo que generó preocupación en el entorno familiar y llevó a una presentación ante el Tribunal Oral Federal N° 4.
Lázaro Báez cumple actualmente una pena unificada de 15 años de prisión por las causas “Vialidad” y “Ruta del dinero K”, y enfrenta otra condena —aún no firme— de tres años y seis meses por la apropiación indebida de aportes de empleados de Austral Construcciones y otras firmas.
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