Hamás lanzó un llamado urgente a Israel advirtiendo que la expansión de su ofensiva en Gaza significará “sacrificar” a los rehenes que permanecen en la zona. El grupo calificó como “un nuevo crimen de guerra” el plan del gobierno israelí para ocupar la ciudad de Gaza y evacuar a su población.
En un comunicado publicado en redes sociales, tras la decisión del gabinete de seguridad israelí de intensificar la ofensiva en la ciudad que alberga a un millón de personas, Hamás acusó al primer ministro Benjamín Netanyahu y a su gobierno de “no preocuparse por el destino de sus prisioneros”.
El grupo afirmó que, aunque mantenían conversaciones para un alto el fuego y habían aceptado un acuerdo que incluía la liberación de todos los rehenes (20 vivos y 50 muertos) a cambio del cese de hostilidades y la retirada israelí, las autoridades de Israel abandonaron las negociaciones cuando estaban “a punto de alcanzar un acuerdo”.
Hamás advirtió que la decisión de ocupar Gaza “tendrá un precio muy alto” y que su pueblo “no se rendirá”. También pidió a la ONU, a la Corte Internacional de Justicia y a la Corte Penal Internacional que intervengan para frenar el plan y procesar a los responsables.
En paralelo, el gabinete de seguridad de Israel aprobó un plan propuesto por Netanyahu para ocupar toda Gaza, con la intención de establecer un “perímetro de seguridad” y entregar el control a “fuerzas árabes” que no representen una amenaza para Israel ni permitan la presencia de Hamás. Sin embargo, las fuerzas armadas israelíes han mostrado reservas por el riesgo de que las milicias ejecuten a los rehenes, como ocurrió en agosto de 2024 con seis cautivos.
De acuerdo con la ONU, el 88% de Gaza está bajo órdenes de desplazamiento forzoso o se ha convertido en zona militarizada, mientras que Israel afirma controlar el 75% del territorio. Desde el inicio de la ofensiva en octubre de 2023, más de 60.000 personas han muerto en el enclave palestino, cifra que ha motivado denuncias de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.
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