La concejal Marina Poblete encendió una chispa que podría transformarse en un incendio político dentro del Partido Bloquista. La edil, que accedió a su banca en el Concejo Deliberante de Caucete de la mano de la intendenta Romina Rosas, quedó en el centro de la polémica luego de encabezar la cuarta reunión del Frente de Concejales Justicialistas de San Juan, un espacio que agrupa a ediles alineados con el PJ.
El encuentro, realizado en Caucete y celebrado como un “hito político” por el presidente del Concejo, José Luis Giménez, dejó una postal incómoda para la conducción del Bloquismo, que por estas horas mantiene canales de diálogo abiertos con el oficialismo provincial encabezado por Marcelo Orrego. Desde el Comité Central recordaron que Poblete llegó a su banca gracias a la lista que lideró Rosas, hoy claramente posicionada en la vereda del PJ.
Sin embargo, de cara al armado electoral para las legislativas nacionales de octubre, la conducción bloquista advirtió que todos sus dirigentes deberán alinearse a la estrategia partidaria, lo que podría implicar que Poblete tome distancia de Rosas y del espacio peronista que hoy respalda. Su participación al frente de la cumbre justicialista expone la tensión entre la estructura partidaria y las bases locales, en momentos donde cada gesto cuenta para definir alianzas y oposiciones.
El evento reunió a concejales de diez departamentos: San Martín, 25 de Mayo, 9 de Julio, Angaco, Jáchal, Santa Lucía, Pocito, Rivadavia, Ullum y Capital. Sin embargo, hubo ausencias clave: Chimbas y Rawson, distritos que no responden al sector que lidera Sergio Uñac, marcaron distancia, dejando en evidencia la interna peronista que atraviesa a la provincia.
Mientras Poblete se muestra cómoda en el espacio justicialista, la conducción del Bloquismo advierte que no hay lugar para ambigüedades políticas. El dilema de la edil caucetera refleja la pulseada que se viene: entre la lealtad partidaria y las alianzas territoriales de cara a un escenario electoral cada vez más dinámico.
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