El reloj corre y el peronismo de San Juan parece llegar a su interna partidaria sin competencia real. Con el plazo para la presentación de listas venciendo este jueves 26, la expectativa por una contienda abierta y dinámica comienza a desinflarse. El principal obstáculo que enfrentan los posibles precandidatos es la dificultad para reunir los más de 4.000 avales necesarios que exige el reglamento interno.
Fuentes del Partido Justicialista admitieron que, hasta ahora, ninguno de los dirigentes que se habían perfilado como posibles postulantes logró reunir esa cantidad de firmas. Este requisito, que requiere la adhesión con datos completos de afiliados activos, se convirtió en un filtro más exigente de lo que muchos anticipaban.
La situación revela una baja movilización territorial y un débil nivel de organización interna, en un contexto en el que el PJ todavía intenta reacomodarse tras la derrota electoral que lo dejó en la oposición. La ausencia de listas de unidad y la incapacidad de cada sector para cumplir con las exigencias formales refuerzan la idea de un partido en plena transición, sin fuerzas claras que logren canalizar el momento político a través de las urnas internas.
Las internas peronistas, que históricamente sirvieron como termómetro de movilización y liderazgo, esta vez podrían resolverse con una sola lista, resultado de acuerdos de último momento o simplemente por la imposibilidad de competir bajo las actuales condiciones.
Este escenario plantea interrogantes sobre la legitimidad y fortaleza de la futura conducción partidaria, que deberá reconstruir consensos y renovar su vínculo con la militancia, con la mirada puesta en los próximos desafíos electorales provinciales.
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