Melani Ayelén Carranza tenía solo 24 años. Este domingo, falleció tras haber sido ingresada en estado crítico en el Hospital Rawson, donde días antes había recibido atención médica por un embarazo incipiente de apenas cuatro semanas. Su familia denuncia que la muerte fue consecuencia de una cadena de negligencias médicas.
Todo comenzó el 7 de mayo, cuando Melani acudió al hospital con sospechas de embarazo. Luego de estudios, se confirmó la gestación y se le solicitó una ecografía, que se realizó el 8 de mayo. Allí le informaron que no había latido fetal. Le recetaron medicación para inducir la expulsión del feto en forma ambulatoria, sin internación ni seguimiento continuo.
El 9 de mayo, Melani volvió al hospital con fiebre alta. Recibió una vacuna y fue dada de alta, pese a su malestar persistente. Al día siguiente, regresó dos veces más: por la mañana y por la tarde, cada vez con un cuadro más complicado. Según relató su padre, Gustavo Carranza, en ambas ocasiones recibió medicación y fue enviada nuevamente a casa.
La situación se volvió crítica durante la madrugada del 11 de mayo. Melani presentaba fiebre de 42 grados, convulsiones y desorientación. Recién entonces fue ingresada al hospital e internada en Terapia Intensiva, ya con un diagnóstico de muerte cerebral. Falleció ese mismo día por la tarde, a causa de un paro cardiorrespiratorio.
El caso fue calificado como “muerte dudosa” y está siendo investigado por la UFI de Delitos Especiales. La denuncia por presunta mala praxis ya fue presentada formalmente. El fiscal Iván Grassi y el ayudante fiscal Ignacio Domínguez están al frente de la causa, mientras personal judicial recolecta testimonios e inspecciona el centro de salud. Una autopsia detallada será clave para establecer las causas exactas del fallecimiento y evaluar posibles errores médicos.
Comentarios