«Alcohol (1 botella, 2 personas) y 3 Cocas para un ferno; jugo balde; hielo una banda (1 kg, 15 personas); bidones de agua (mínimo 4); banderas, remeras y obvio el cotillón». Lo que parece una lista de una fiesta cualquiera es en realidad la anotación de un grupo de jóvenes que va a vivir el festejo del UPD.
Último Primer Día es una fiesta que realizan los estudiantes que están por iniciar su último año de secundaria. Los chicos toman el primer día de clases como referencia para hacer un «rito» que arranca las 8 horas (y hasta 12 horas) previas a entrar a la escuela. En ese tiempo, se reúnen en una quinta o salón para festejar tomando, bailando y haciendo desafíos y juegos. ¿El objetivo? divertirse e ir sin dormir al inicio del ciclo escolar.
A raíz de esta práctica, que genera gran preocupación en parte de la comunidad educativa, el Gobierno de San Juan desarrolló un plan integral-interminesterial para aplicar en distintos puntos de la provincia. Como las clases comienzan el martes 4 de marzo para el nivel secundario, se cree que el Último Primer Día de los jóvenes lo harán desde el 3 de marzo en la noche.
Según informaron a Diario La Provincia SJ fuentes oficiales, desde el ministerio de Educación se generó una propuesta, como acción estratégica, para actuar en este escenario. La misma involucra «a la familia, la escuela y la comunidad en general con el fin de cuidar y acompañar a los jóvenes».
Antes que nada, pidieron a las escuelas que los jóvenes de Sexto Año estén acompañados por los preceptores y docentes el día 4 de marzo, cuando sea el post-UPD. A su vez destacaron que ambos deben estar preparados para actuar en caso de que sea necesario. Lo que no puede hacer la escuela es no recibirlos. Ante la identificación de algún estudiante que no esté en condiciones de salud, dependiendo del riesgo detectado, se llamará a los padres y al servicio de emergencia simultáneamente.
Además se pidió incluir a las familias en el proceso para que los adultos puedan acompañar al hijo/a en el momento de ingreso y egreso de la escuela, y en caso que lo amerite, estando atentos al estado de salud del estudiante, resguardarlo en el hogar. A su vez involucrarse en la toma de conciencia del valor de los acuerdos escolares de convivencia.
Por su parte, los docentes deberán desarrollar actividades que involucren el aprendizaje desde lo lúdico y la reflexión compartida sobre el significado del último año de la etapa escolar..
TRABAJO INTERMINISTERIAL
El ministerio de Educación no trabajará sólo en este proceso sino que lo hará de manera conjunta con la cartera de Salud y la Secretaría de Seguridad.
1. Seguridad: Los jóvenes, en muchos casos menores de edad, se encontrarán en tránsito a las escuelas y es posible que presenten particularidades en su comportamiento y estado de salud. La posibilidad de establecer un sistema preventivo y atento al resguardo de su seguridad e integridad física, como así también al orden social, es algo imprescindible.
2. Salud: generar recomendaciones a la población sobre el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, su impacto y consecuencias en la salud de la población juvenil. Este trabajo debe ser articulado con escuelas secundarias.
3. Educación: La escuela deberá incluir a toda la comunidad educativa en el desarrollo de estrategias y acuerdos preventivos y de cuidado. Se tratará de alojar y contener a los jóvenes y no de dejarlos solos. Puede trabajarse aquí sobre los acuerdos institucionales de convivencia construidos conjuntamente entre toda la comunidad educativa, de modo que se reafirme la responsabilidad colectiva en torno a las prácticas de cuidado para ese día. Es importante que la escuela promueva prácticas de cuidado entre pares.
FUENTE: La Provincia SJ
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