El Presidente Javier Milei regresó este viernes de su viaje a Suiza para participar del Foro Económico de Davos. En su primer viaje internacional, el mandatario se reunió con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y sostuvo encuentros con empresarios y líderes políticos de todo el mundo.
Pero en la Argentina lo esperan más desafíos: no solo debe encauzar una economía en crisis con inflación desbocada, sino que además tiene por delante una dura batalla legislativa. Desde hace dos semanas se debate en comisiones la llamada Ley Ómnibus que consta de 664 artículos.
El objetivo del Gobierno es lograr la media sanción en Diputados antes del paro de la CGT, que se llevará a cabo el próximo jueves 26 de enero. Sin embargo, la oposición no está dispuesta a ceder y la sesión se pospuso para esa fecha.
En este contexto, Milei deberá negociar con los jefes de bloques aliados en el Congreso para destrabar los votos que necesita. La expectativa del oficialismo es que los líderes de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, y del bloque federal, Miguel Pichetto, acepten las modificaciones que realizaron en las últimas horas.
Se trata de cambios en 100 artículos, que incluyen variaciones en las retenciones a las economías regionales, en el mecanismo de actualización de jubilaciones, en la delegación de facultades y en la reforma electoral.
En el otro extremo, Unión por la Patria ratificó su rechazo manifiesto a la Ley Ómnibus. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, dijo que el bloque acompañará la movilización de las centrales obreras.
“Vamos a apoyar y a acompañar la movilización que van a llevar adelante las centrales obreras”, dijo Kicillof. “Estamos listos para discutir, hablar, dialogar y que el pueblo argentino sepa de qué se trata”, confirmó el senador José Mayans.
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